lunes, junio 22

De cómo me hice monja

Yo era distraída a un grado difícil de concebir. Era distraída no porque me faltara inteligencia, sino porque no me importaban las cosas. La paradoja aquí era inmensa: porque a mí todo me importaba, todo me era montañas, ése era mi problema más que ningún otro... Era como si me faltara interés, pero yo sabía que era lo contrario.
César Aira

2 comentarios:

Diana dijo...

Wow, eso me pasa!

Svetlana dijo...

alguien me comprende!!!!