domingo, agosto 31

Vocación docente (traiga botas y sombrero para leer este post)

Más que nunca y por las razones más extrañas me doy cuenta de que seré una pésima maestra.
Hace un par de semanas mi papá cambió mi caballo (sí, mi Sargento pimienta, con el que duré casi seis años de mi vida) por una yegua tordilla, de cualidades superlativas. La pintada (es chafa pero le puse así porque en Literatura Mexicana estábamos leyendo Los de abajo) tiene un color café extraordinario y además raro para el color tordillo. De presencia imponente, es de buen tamaño y encuentro amplio. Su crin negra contrasta con el color blanco de su grueso cuello, tiene ancas poderosas, es una cuarto de milla en toda la extensión del término.
La primera semana de entrenamiento me dejó agotada, es voluntariosa, enojona, renegada: sí, como yo. Es difícil hacerla trabajar porque se emberrincha, se carga en el freno y ya no hay poder de espuela que la domine. Siempre he odiado pegarle un caballo, pero esta Pintada me saca de mis estribos (literal y metafóricamente). Nunca se me había visto dar de saltos con por todo el ruedo, ya todos están insitándome a ir a los rodeos a jinetear yeguas. Mis mejores amigas dicen que eso de la jineteada nos viene de familia, por aquello de todos los campeonatos que ha ganado mi hermano.
Y La pintada se enoja y yo me enojo más, y ahí estamos las dos luchando.
Pero hoy pasó algo especial. Estábamos practicando giros y cambiaba de mano como se le daba la gana. Cuando finalmente sacó la mano correcta, mi entrenador me pidió que la sostuviera hasta que se tranquilizara. Yo, amarrada de la rienda, la sostuve un par de vueltas y justo cuando estaba perdiendo la paciencia la yegua cedió la cabeza, yo solté la rienda y galopamos a gusto. Por fin nos entendíamos, al menos, un poco.
Mi entrenador me dice: "ten paciencia, apenas está aprendiendo". Pero es que yo soy mala adiestrando, no tengo cualidades para ver las pequeñas señales de avance, no sé explicarme cuando pido que se haga un ejercicio, no soy tan sensible para encontrar el punto en el que se está fallando.
Esta yegua me está enseñando más de lo que se imagina...

sábado, agosto 30

dos tequilas derechos

Quisiera ser
un poco más como él,
un poco menos como yo.

domingo, agosto 24

De Martín Luis Guzmán

"Yo no pido a nadie que me perdone,
por lo cual tampoco perdono."
Ignacio Aguirre

sábado, agosto 23

Vida de perros (Bunkers)

Llevo una vida de perros
mastico pan con veneno
tengo la cabeza estrecha
la cola erguida
la amistad deshecha
porque esto es lo más parecido a la vida

Buscando algunos amigos
sólo me tope con perros
todos ligeros de mente
la rabia se nos salia por los dientes
porque esto es lo más parecido a la vida

Cuando no ladras de noche
se que te haces la dormida
el amor no es un juguete
de los que tiras y pateas, indecente
porque esto es lo más parecido a la vida

porque paso la lengua sobre mis heridas...

jueves, agosto 14

"Mi miseria es pequeñita.
Creo que es por eso que me siento tan miserable."
Marco Aurelio Ángel

Crónicas acuáticas

Esta semana comenzaron mis clases de natación.
Yo, sedentaria, alcohólica, floja, fumadora, dormilona, hasta yonki, sentía morir cada vez que el maestro me gritaba: ¡Abajo del agua! Sólo quería llorar. Y pensaba que el humano no tiene nada de acuático por más que pasemos los primeros nueve meses de nuestras vidas flotando entre líquido amniótico. Al contrario, el agua nos causa miedo, incluso pavor. La segunda clase fue mucho mejor, tal vez tuvo que ver que dejara por un día el cigarro.
Después de creer que todo era terrible, entré a cambiarme a uno de los baños. Haciendo gala de una gran habilidad (que me caracteriza) quise dar vuelta a mi top, pero en esos arranques divinos de justicia se me cayó al escusado mientras una de mis compañeras silbaba Happy Together, no pude más que reírme mientras exprimía mi prenda "íntima" empapada. Así que me fui a clase de gramática sin sostén.

domingo, agosto 10

Noche de antro

Anoche me desvelé por acompañar a mi hermano a un antro. Debo comenzar diciendo que él tiene dos años menos que yo y un poco de más ímpetu por la vida. Mi ánimo festivo andaba por los suelos, además odio andar en tacones.
Llegamos después de tragar unos tacos puerquísimos de pastor (que posteriormente, descompusieron nuestros estómagos) y unas micheladas del Oasis de la cruz (que buen lugar, por cierto, tan generoso con nosotros los alcohólicos). La entrada era la misma, a pesar de la remodelación del lugar. El primer zarpazo lo tuvimos al pagar 50 pesos de cover y encontrar un lugar semi-vacío con rolas aburridas y sillas incómodas. En la mesa de los cuates de mi hermano ya había un asqueroso Bacardí. No, no me juzguen mal, no se trata de que yo no beba menos que wiskhy en las rocas sino que el Bacardí es por sí mismo una leyenda negra entre la juventud, es lo que se bebe cuando se comienza a beber, época de borracheras clandestinas y miserables, ninguno de los presentes en la mesa éramos unos colegiales aunque tal vez olvido la rotes de nuestros bolsillos.
Había dos pantallas gigantes y al principio me entretuve viendo los vídeos que proyectaban: Juanes, entre Belinda y Miguel Bosé. La gente prendida. Poco a poco el lugar se fue llenando y fue entonces que empecé con mi análisis sociológico el cual les presento a continuación.
1.- Escote vs. mini-falda: Creo que todo este tiempo he estado equivocada, ya nadie recurre al viejo escote. Todas las jovencitas se caracterizaban por falda, vestido o short entre más rabón mejor. Lo único que se debía tapar era lo "necesario", ahí comencé a sentirme de la vieja escuela.
2.-Teens vs treintonas: Dos grupos grandes de nuestra población ocupaban las mesas y gradas del lugar. Por un lado estaban las menores de edad, prendidas, coquetas, llenas de energía y bailarinas incansables. Por el otro las treintonas (grupo al que me encuentro más cercana) que, extrañamente, comparte las mismas características! Sólo algo las distingue -además de los obvios estragos propios de la edad- las morritas beben y beben para irse desinhibiendo, las señoras ya están desinhibidas, se compran una chela y esperan (o ruegan) que alguien las saque a bailar.
3.- Mi generación: vi a pocos de mis amigos o conocidos pero todos lucían como yo: aburridos, muy sobrios y panzones. Lamentable.
4.- Rosas: el regalar flores en un antro es un fenómeno y un negociazo. Son carísimas y si tu economía alcanza para adquirir un ramo serás correspondido. Y pensaba en Molotov cuando dice: si no eres bonito más bien eres feo... pues regala flores, las chicas antreras las aman.
5.- Pleito cantinero: No cabe duda que en todos lados se cuecen habas y hasta en la elite de la sociedad se saca el cobre. Escena 1: mi hermano se muere de risa porque un borracho se cae frente a nuestra mesa. Escena 2: el borracho tropezón va y busca pleito con otro borracho y unos tipos gordos con playeras negras que dicen "seguridad" lo sacan cargando. Qué bonito! ¿dónde más lo he visto?
6.- Perreo: inevitable e interminable. Representa la unidad de las masas, todos a un solo ritmo.
7.- Cantando Oaxaca: sí todos, pero todos la cantan, alguna vez.
8.- Despedida: El final de esa noche me resultó triste. Cuando llegué a la puerta del W (porque así se llama, por si gustan) recordé mis épocas preparatorianas, cuando mi mamá iba por mí y mis amigos me sacaban casi cargada y en el coche no hablaba para que no se diera cuenta de mi borrachera casi infantil.
Yo también bailaba arriba de los sillones, cantaba "Te besé", ponía lana para el pomo, me tomaba fotos con mis amigos y mis novios. Ahora después de bailar un par de canciones me dolieron las rodillas, no me sabia las rolas que ponían y la única que me pegoneó fue la una de Gloria Trevi (y sólo porque está bien ardida), no tenía ni lana ni ganas para la botella.
La noche terminó conmigo conduciendo el auto porque mi hermano se puso medio pedo y pensé que si Dios perdona pero el tiempo no el resultado es la misma chingadera.

viernes, agosto 8

Perla

Probablemente, la medida del deseo sea tan arbitraria que tú mismo te engañes. Y por eso te interese un juramento sin fecha de caducidad, lo más cercano a mi contrato de compra-venta, sobre valorado.
Barroca, porque así tuve que ser, no tolero la más pequeña imperfección en la perla, yo no tengo ese compás del que sabe nadar, del que se dedica a hacer el amor. Soy más bien musical y parlanchina, aunque cada vez más -y más todavía- he aprendido a callar, a mantener la calma mientras bebo un martini. Soy la que está sentada y así quiere seguir, la que se cansó de gritar sin que la escucharan, la que se queda sola en una banca del parque en medio de la tormenta. La desvelada, la que que no pesa, la que no deja. Soy la que no espera nada -¿o la que lo espera todo?- la egoísta, la cantante, la inválida, la triste, la cándida.
Nunca podré leerte en voz altísima al Mallarmé del que tanto me hablas, del que sólo necesitaste una linea para tocarme.
Soy esa mujer, no te engañes, justo la que no quieres para el resto de tus días.

miércoles, agosto 6

Orto

¿Qué es lo que queda en un corazón ya vacío de la idea que alguna vez bombeó a todo el cuerpo?
Y es que no basta con encontrar sus ojos en la madrugada, sujetar en la palma el grito que se ahoga cada noche en la almohada. Y es que no es suficiente escribir todas las hojas ni llorar todas las lágrimas cuando la respuesta siempre será no.
A veces no es suficiente con entregar las horas enteras, los tabacos y el licor de las botellas.
Y es que las historias no acaban con un final feliz ni para ella ni para él. ¿o es que no acaban jamás? Después de todo siempre tendremos los orcos para encontrarnos después de esta noche.

domingo, agosto 3

Algo del verano Villaurrutiano

Hay noches en que el corazón/ palpita con otro compás. /Hay noches en que la razón/ ¡no quiere paz! : Nocturno de los ángeles

Probablemente este sea el Nocturno más intratextual de todos. Este poema resulta la más cercana referencia al Xavier que nadie conocía totalmente y, de alguna manera, la suma de todos sus textos. Se utiliza el yo poético para describir la vida homosexual en la ciudad de los ángeles, California. Claro y a la vez sutil, “Nocturno de los ángeles” es un viaje narrado, una experiencia vivida.
Detrás de este nocturno aparece una excelente historia que sólo se ventilará en el centenario del nacimiento de Villaurrutia en 2003. Miguel Capistrán reseña el único viaje del poeta mexicano fuera de sus tierras. Al concluir su beca en la Universidad de Yale, la cual obtiene a través de la fundación Rockefeller, Villaurrutia visita al cineasta Agustín J. Fink en California, fruto de este encuentro Villaurrutia escribe “Nocturno de los ángeles” y se lo dedica a su anfitrión guanajuatense en Estados Unidos. Capistrán considera este poema como el que hace más evidente la condición sexual del vate: "el amor que no se atreve a decir su nombre"[1]. José Manuel Delgado, quien compartió con Villaurrutia la renta de un estudio y lo acompañó hasta su muerte es quien conserva el “Nocturno de San Juan” escrito en 1946. Comparado por Capistrán con el “Nocturno de los ángeles” pues se dice que San Juan en referencia a la calle San Juan de Letrán, tan popular en la capital del país y conocida en aquellos años por ser el eje del comercio sexual de cualquier índole.

[1] Miguel Capistrán, “Villaurrutia inédito” en Letras libres, marzo de 2003, http://www.letraslibres.com/index.php?art=8630.

Yo aquí rento!

Con mis perras favoritas!
pd. falta Andy.

Entre puertas y verdades

La verdad solía tocar a la puerta de Alejandra
pero ella nunca le abría...
y tal vez era lo mejor.

Toast modernista

Brindo, en primer lugar, por la clavícula.
Número dos: por las importaciones
y ultramarinos de bodega y mesa.
Número tres: por la crueldad, la saña

y el olor de la imprenta y el consuelo
del éter y los álamos asiduos
del parque abandonado y los faroles
a medio gas y las pestañas falsas.

Brindo por mí: por lo que digo ser,
por la gloria diabólica o divina
de hallarme a todas horas en el mundo

fingiéndome distante, ajeno, incierto
pero en verdad sabiéndome corpóreo
y adicto, cuando mucho, a los esdrújulos.

Luis Vicente de Aguinaga
Que estará como dando una ponencia magistral en el III Coloquio Nacional de Estudiantes de Lengua y Literatura "Efraín Huerta"