Yo, sedentaria, alcohólica, floja, fumadora, dormilona, hasta yonki, sentía morir cada vez que el maestro me gritaba: ¡Abajo del agua! Sólo quería llorar. Y pensaba que el humano no tiene nada de acuático por más que pasemos los primeros nueve meses de nuestras vidas flotando entre líquido amniótico. Al contrario, el agua nos causa miedo, incluso pavor. La segunda clase fue mucho mejor, tal vez tuvo que ver que dejara por un día el cigarro.
Después de creer que todo era terrible, entré a cambiarme a uno de los baños. Haciendo gala de una gran habilidad (que me caracteriza) quise dar vuelta a mi top, pero en esos arranques divinos de justicia se me cayó al escusado mientras una de mis compañeras silbaba Happy Together, no pude más que reírme mientras exprimía mi prenda "íntima" empapada. Así que me fui a clase de gramática sin sostén.
6 comentarios:
Jajaja, y lo que te falta: ancianas desnudas caminando por los pasillos, los babosos, las chicas burlonas, las limonadas de la alberca, es decir, los tragos de agua con mocos y pipi. Por lo menos no tienes un entrenador que te grita del otro lado de la alberca -Hey, ¿tú ya aflojaste?
Asi es Ale, habemos mujeres que andamos por la vida sin sosten. Sea cualfuere la causa.
Que piensas de Phelps? Qué mal lo del sostén, digo por el lugar donde se mojó.
Siempre me ha gustado nadar. Quizá porque viví muchos años en la playa. Lo mejor de todo son las albercas, menos por lo que dice Sandra...esas limonadas no son del todo agradables, además siempre pescas alguna infección en el oído.
suerte en lo venidero con esas clases de natación.
BEsos.
Sandra: gracias por recordarme lo anti-higiénico de la piscina.
Lety: andas bien desatadaaaa, hasta a mi me das miedo! jaja
Blas: Después de mi primera clase, amé más a Phelps!
Manuel:gracias (¿?)
Lo que no te mata te hace mas fuerte, no?. Supongo que se puede aplicar tanto a la alberca como a la falta de sostén.
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